jueves, 9 de junio de 2011

MITOS EN TORNO A LA CARNE
DE CERDO: MÉXICO


                         

En relación a la carne de cerdo existen infinidad de creencias arraigadas en el imaginario colectivo con una connotación negativa, sin embargo, la carne de cerdo es hoy más sana y segura que antes, de acuerdo a datos proporcionados por la Asociación de Exportadores Mexicanos de Carne de Cerdo y Cárnicos Afines, A.C., dicha asociación recibe apoyos en materia de promoción comercial internacional por parte de la Coordinación General de Promoción Comercial y Fomento a las Exportaciones de ASERCA, SAGARPA.
MITOS Y REALIDADES
¿Tiene mucha grasa?
Falso. Con las mejoras genéticas a la raza, el cerdo de hoy en día tiene menos grasa que otras especies en un 10%.
¿Transmite cisticercosis?
Falso. La contaminación la produce el hombre. En los rastros TIF se controla la esterilización de todo aquel que entra a laborar para evitar el contagio.

¿Aumenta el colesterol?
Falso. La cantidad de colesterol en el cerdo es igual o menor que otras carnes, ya que es rica en ácido linoleico que ayuda a disminuir el colesterol.
¿Hace engordar?
Falso. Un filete de cerdo asado tiene 139 calorías y una pechuga de pollo, 140.
¿Cisticercosis?
Falso. La cisticercosis no se presenta por comer carne de cerdo mal cocida. De acuerdo al Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, existen dos formas de adquirir la enfermedad, la más común es la infección externa. El hombre tiene huevecillos del parásito en sus heces fecales y contamina sus manos: La otra forma es auto infección interna. Cuando una persona tiene el parásito, algunos huevecillos llegan al estómago por los movimientos intestinales.
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MÁS DATOS
De acuerdo a la Asociación de Exportadores Mexicanos de Carne de Cerdo y Cárnicos Afines, sus buenas prácticas en el manejo de la carne evitan el contagio.
Los cerdos son confinados en instalaciones diseñadas para su propósito productivo, por lo cual no tienen acceso a heces fecales humanas.
Las unidades de producción porcina cuentan con áreas de servicios para el personal, en particular, sanitarios, y capacitación sobre prácticas de higiene personal. El agua, los alimentos e insumos para la formulación de raciones a suministrar a los cerdos, son sujetos a programas de control de calidad encaminados a salvaguardar la salud de la piara.
Grasas.- De la grasa corporal que contiene el cerdo, el 65% es tejido graso propiamente dicho (grasa subcutánea, intermuscular y perirrenal), y se retira durante el proceso de corte.
Menos del 15% se encuentra entreverada en el músculo (marmoleo). A partir de 1980 la carne de cerdo ha mostrado reducciones de 31% en el contenido de grasa, 14% en calorías y 10% en colesterol. Por lo tanto, la mayor parte de la grasa que producen los cerdos no es ingerida al consumirlo.
Colesterol.- La grasa de cerdo contiene una mayor proporción de grasas mono y poli-insaturadas o "deseables" (cercana al 70%) y menor cantidad de grasas saturadas o "indeseables" (entre 30 y 40%). Las grasas poli-insaturadas, contribuyen a mantener bajos niveles de colesterol en la sangre, a retardar los factores que favorecen la aterosclerosis y ayudan a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Por otra parte, las grasas saturadas tienden a aumentar la concentración de colesterol en sangre. Por su bajo contenido de grasas saturadas, el consumo de 100g de lomo de cerdo cocido representa la ingestión de menos del 10% de la cantidad máxima diaria de grasa saturada recomendada por la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés).
Una porción de 100g de los principales cortes primarios de carne de cerdo (pierna, lomo y paleta), tiene un contenido promedio de colesterol de solo 61mg, que representan no más del 20.3 % de la Ingesta Diaria Recomendada (IDR) en los Estados Unidos de América.
Miércoles 08 de junio de 2011Olga Ochoa | El Universal13:02



lunes, 6 de junio de 2011

Venezuela: segundo país consumidor de pollo


                                             
La producción avícola venezolana tiene mercado seguro. El consumo de pollo nacional está posicionado como el segundo de Latinoamérica. El primer lugar lo ocupa Brasil, que supera en población a Venezuela y se permite una cría en granja de más de 10 millones toneladas de aves. De acuerdo a la Asociación Latinoamericana de Avicultura, el consumo per cápita del país es de 34,70, siguiendo a los 37,82 kilogramos per cápita de los cariocas. La data revela que la producción de pollo está en 852 mil 676 toneladas. Tiene la quinta posición en la escala de grandes productores. Otros datos internos, como los del Instituto Nacional de Estadística, indica que de 68 kilogramos per cápita por año subió a 80 el consumo por habitante. Esa alza debió compensarse con el aumento de las importaciones. Hasta hace dos años, el principal proveedor de pollos de engorde era Colombia. El Ministerio de Agricultura de ese país calculó que en el cierre de 2008 vendió a Venezuela 30 mil millones de dólares en pollo y huevos.
Pero, por problemas políticos existentes entre las dos naciones  se dio un viraje a las negociaciones. Los 80 contratos firmados con avicultores colombianos, a principio de 2010, se suspendieron a casi dos meses de haberse anunciado. El Gobierno venezolano busco un sustituto rápidamente para evitar inclinar la oferta, ante una voraz demanda de pollo. Argentina entraría al mercado. Brasil ya tenía negocios de exportación, estos fueron aumentados, a la par que el país gaucho suministraba más materia prima para el consumo humano, y tecnología con capacitación técnica.
La tajada Argentina significó más de 2,6 millones de dólares en el primer semestre de 2009, mientras que para 2010 las estadísticas están por encima de dos mil 500 por ciento. Unas 48 mil 100 toneladas de pollos por 81,9 millones de dólares se comercializaron. Autoridades argentinas estiman cerrar el año con 75 mil toneladas, 115 millones dólares.
La cría de pollo Latinoamericana tiene un mercado productor de 15 naciones. Los destacados son: Brasil, con 10 millones 240 mil toneladas, México, dos millones 682 mil toneladas, Argentina, un millón 340 mil, Colombia, 924 mil.
Por su parte, la producción avícola venezolana está desde 2003 sujeta a regulación de precios del producto terminado para la venta al público. Sin embargo, mediante decreto, se reguló la colocación del pollo a nivel de matadero en 2010. Se controlaron los niveles de comercialización, desde el productor hasta el consumidor.

Medidas
El beneficio a puerta de planta se reguló a 9,72 bolívares fuertes. Según el Instituto Latinoamericano de Huevo, la producción de huevos por unidad es de 10 millones.872 mil 386 y el consumo de huevo está en 131 unidades.
Fuente: Diario La Verdad